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En Nueva York, la herencia generalmente se considera propiedad separada en un divorcio si se recibe antes o durante el matrimonio. Sin embargo, si los fondos heredados se mezclan con activos matrimoniales o se utilizan para beneficio mutuo, pueden considerarse parte de la propiedad conyugal y, por lo tanto, estar sujetos a división durante el divorcio. La interpretación exacta depende de las circunstancias individuales y la duración del matrimonio. Es fundamental consultar con un abogado experimentado en divorcios en Nueva York para comprender cómo la herencia específica podría afectar tu situación de divorcio y recibir orientación legal adecuada.